Puente romano-torneo

¿ Qué cenaremos hoy?, nos preguntábamos. Cuando vino Vanesa, la camarera, con esos platos de pizza, la emoción conquistó toda la mesa, ¡Que bien!
Al acabar de cenar fuimos a abrigarnos, por la noche hace frío, y hoy nos moríamos y también a coger la linterna, porque estaba muy oscuro.
En ese momento la oscuridad era un nuevo compañero de viaje. No sabíamos que íbamos a hacer en ese camino misterioso. En el momento del momento del paseo, el viento soplaba muy fuerte y los perros ladraban. Después de caminar media hora, Juanma nos paró y nos contó una historia de miedo, de cuando él era pequeño. Que miedo. Muchos aún tenemos metido el miedo en el cuerpo.
Volviendo por el camino vimos unos gusanitos a los que se les encendía la parte trasera, luciérnagas.
Al llegar al campamento nos metimos rápidamente en las tiendas agotados.
Después de desayunar unas deliciosas tostadas fuimos a pintar un puente del siglo XI, algunos hicieron verdaderas obras de arte.
Al volver fuimos directos al bar para comer. Comimos de puré y salchichas con ensalada. Después de una comida deliciosa, nos han dado libre hasta las 16:30. Donde ha empezado la gran emoción, el súper campeonato de fútbol del campamento de Haro. Participaban cuatro equipos, dos de niños del camping y dos de niños del cole.
Un grupo de quinto de primaria más Joan Llompart y un equipo de niños de sexto. Al final los campeones han sido. Los de quinto por una goleada de 11-2, los segundos los de sexto, hemos arrasado. Después los profesores nos han retado a jugar un partido contra ellos, nos han machacado. Han jugado seis partidos seguidos y nos han ganado todos los partidos.
Juanma se ha dejado un bigote de mexicano o de chino.
Finalmente nos hemos ido a duchar por el cansancio de nuestros grandes equipos.

LOS INDIOS.